LA VENUS DEL ESPEJO . VELÁZQUEZ
LA VENUS DEL ESPEJO
PENSEMOS en la muerte enamorada,
la muerte que es la espalda
de la vida
o su pecho, quizás, ida o
venida,
que hasta abrazarla no
sabremos nada.
Creemos
que la vida es nuestra amada,
que la besamos en la frente
ardida
y que detrás hay una nuca
hundida
que acaricia la mano
trastornada.
Y
vivimos tal vez frente a un desnudo,
una espada hermosísima o
escudo,
la Venus del espejo de la
muerte.
Más
allá, al fondo, sus dos ojos brillan
de malicia o de amor, nos
acribillan.
Oh Venus, ven, que quiero
poseerte.
(Sonetos a Violante, 1962)

GERARDO DIEGO