Reconocido intérprete. La pericia muy pronto alcanzada en las distintas ramas de la interpretación musical (clavicémbalo, órgano, violín, dirección coral) no tardó en procurarle colocaciones adecuadas. Tras el período de Lüneburg, Bach estuvo durante algunos meses de 1703 en Weimar como violinista y, en el verano de este mismo año, pasó a Arnstadt en calidad de organista de la "Nueva Iglesia", cargo que desempeñó hasta 1707. Ese año aceptó el puesto de organista de la iglesia de San Blas, en Mühlhausen, donde se ocupó también de música vocal; allí cuidó, además, de la restauración del órgano, reformó el coro y la orquesta e inició la actividad docente. En la imagen, Bach tocando el órgano. http://www.biografiasyvidas.com/monografia/bach/fotos3.htm
Como es sabido, la cantata es una composición profana o religiosa para ser cantada a una o varias voces con acompañamiento instrumental. Es un producto típico de la música barroca, de la cual sintetiza los principales caracteres, a saber: las concepciones provenientes de la edad de oro del contrapunto, incluidos sus orígenes medievales, y simultáneamente todas las formas usadas y todos los procedimientos practicados en Europa desde comienzos del siglo XVII.
Originalmente la cantata era una serie de movimientos de carácter profano. En Alemania, esta forma primitiva de cantata no tuvo resonancia, y fue preciso que se fusionara con un género de música religiosa evangélica para que adquiriera, en la segunda mitad del siglo XVII, una enorme popularidad. Esa "cantata religiosa en estilo antiguo", permitió a los músicos de iglesia protestantes participar personalmente en la interpretación de las palabras bíblicas. Poco más tarde, a comienzos del siglo XVIII, la cantata evangélica adopto también dos formas de origen operístico: el "recitativo" y el "aria" Nace entonces la "cantata religiosa en estilo nuevo", cuyo maestro soberano iba a ser Bach.
Escribió Bach sus primeras cantatas hacia 1707, pero en su gran mayoría datan del lapso de 27 años que vivió en Leipzig. Desde su llegada a esta ciudad en 1723 como cantor de Santo Tomas, debió organizar los programas de música religiosa ejecutada en todas las iglesias de la ciudad, salvo una, la de la Universidad. Cada domingo y día de fiesta una nueva cantata debía ser interpretada, y la composición de casi todas ellas estaba a cargo de Bach. A esta obligación, en ocasiones abrumadora, debemos la suma de sus cantatas religiosas.
Según sus primeros biógrafos, Bach compuso cinco ciclos completos de cantatas destinadas a ilustrar 50 domingos y 9 fiestas por año, o sea un total de casi 300 cantatas. De estas solo se conservan cerca de 200. Con pocas excepciones son cantatas religiosas y están destinadas al culto luterano. Los textos, en alemán, son una mezcla de versículos bíblicos, de estrofas de ese tipo de himnos que floreció en Alemania con la Reforma, y de paráfrasis líricas de diverso origen. Generalmente la cantata bachiana se compone de pocos trozos -- 4 o 5 en termino medio-- en donde varias formas musicales se combinan y suceden de modos diferentes. Una de ellas es el coral, donde suelen utilizarse melodías litúrgicas populares del protestantismo, que Bach elabora de modo personal y diverso.
En cuanto a la numeración, es sabido que no guarda relación alguna con su orden cronológico. Por ejemplo, la No. 1 es de 1725 y la 199 de unos 11 años atrás. Tampoco el orden cronológico puede establecerse con absoluta precisión. (El Manual no incluye textos sobre las cantatas 15, 53, 141, 142 y 160 porque se ha establecido que no fueron compuestas por Bach).
En Mühlhausen, centro musical de Turingia a donde llega en 1707 para ocupar el puesto de organista de San Blas, el joven Bach compone sus primeras cantatas. Su ardiente deseo de renovar la música religiosa, que había estado dormido durante años, se despierta con fuerza irresistible. Ello se refleja en la música exuberante de esas cantatas en la que se advierte el influjo de los compositores alemanes contemporáneos suyos, como también el de las cantatas de Pachelbel, Böhm y Büxtehude. Son pues cantatas en estilo antiguo, cuyos libretos se basan casi exclusivamente en textos bíblicos y en estrofas de coral.
En 1708, en Weimar, es contratado como organista y seis años más tarde como Maestro de Conciertos. En esta ultima etapa, tuvo el encargo de componer y hacer ejecutar mensualmente una cantata. Su nuevo patrono, el duque Guillermo Ernesto, es un luterano ferviente, para quien la música constituye el instrumento ideal para glorificar al Señor. No podía pues hallar Bach un medio más propicio que el de aquella corte para realizar su proyecto de "una música de iglesia regulada para el mejor servicio de Dios", como lo expresa en su carta de dimisión al Consejo de Mühlhausen. Se diría que el apoyo del duque era todo lo que necesitaba para desplegar su genio.
Bach se trasladó a Leipzig en 1723 y allí permaneció el resto de sus días. Su cargo de director musical y jefe de coro en la iglesia de Santo Tomás y en la escuela eclesiástica de Leipzig no le satisfacía por diversas razones: tenía disputas continuas con los miembros del consejo municipal, y ni ellos ni el pueblo apreciaban su talento musical. Lo veían como a un anciano estirado que se aferraba a formas obsoletas de música. A pesar de ello, las 202 cantatas que nos han quedado de las 295 que compuso en Leipzig todavía se siguen escuchando, mientras que música que entonces parecía novedosa ha quedado en el olvido. La mayoría de las cantatas se inician con una sección de coro y orquesta, a ella sigue una alternancia de recitativos y arias para voces solistas y acompañamiento, y concluyen con un coral basado en un simple himno luterano La música está siempre muy ligada al texto, y lo ennoblece con su expresividad e intensidad espiritual. Entre estas obras destacan la Cantata de la Ascensión y el Oratorio de Navidad, formado este último por seis cantatas.
1-http://www.epdlp.com/compclasico.php?id=948
EL PODER DE LA PALABRA EXCELENTE
2-http://www.cantatasdebach.com/intro.html
LAS CANTATAS DE BACH . Julio Sánchez Reyes EXCELENTE
Julio Sánchez Reyes nació en Bogotá, Colombia, el 15 de marzo de 1930. Hizo sus estudios musicales en su ciudad natal y luego en París durante 3 años de donde regreso a los 25. Desde 1956 empezó a colaborar en la Radiodifusora Nacional de Colombia como libretista, programador y en dos ocasiones como director de la Emisora. Durante sus 45 años de vida profesional ha escrito cerca de 2.000 libretos sobre vida y obra de compositores y otros aspectos de la historia de la música clásica. En l985 escribió el libro "Bach, Schutz, Handel y Berg -- Aniversario de cuatro músicos germanos" editado por Colcultura. Trabajó durante 11 años en la Emisora HJUT de la Universidad Jorge Tadeo Lozano de Bogotá como libretista, programador y asesor musical. Allí elaboró el ciclo completo de las Cantatas de Juan Sebastián Bach, su obra cumbre.
CANTATAS EN CASTELLANO Y SU CORRESPONDENCIA EN ALEMÁN .
PorPalomaSocías Casquero.
Profesora de piano del Conservatorio Superior de Málaga (España).
Johann Sebastian Bach
En el 2.000
celebramos el 250 aniversario de la muerte de Bach, acaecida el 28 de
julio de 1750 en Leipzig (Alemania). Había nacido 65 años antes en Eisenach, en el seno
de una familia de músicos numerosa, con un arraigado sentimiento de clan
que les hacía defenderse con pasión, visitarse con frecuencia para
compartir su música y hasta concertar los matrimonios, en lo posible,
dentro de la familia. Una vez al año por lo menos se reunían todos los
Bach para hacer música juntos. Empezaban por ejecutar un coral y se
divertían improvisando y armonizando melodías divertidas y cantándolas
a varias voces.
Este amor a la
familia es una de las características más importantes de su biografía.
Su profundo sentimiento religioso, el indudable virtuosismo en la
interpretación, su incansable capacidad creadora en la composición y su
carácter humilde a pesar de su grandeza, son, sin lugar a dudas, otros
aspectos de este genio que iremos comentando.
El primer
músico de la familia Bach se remonta al siglo XVI: un panadero y molinero
llamado Vitus Bach (tatarabuelo de Johann Sebastian), que amenizaba sus
horas de trabajo en el molino tocando una bandurria. Consultando el árbol
genealógico de Bach se encuentran a lo largo de cinco generaciones
cincuenta miembros de la familia que fueron músicos. Su padre, Johann
Ambrosius, tocaba el violín y dio las primeras lecciones de éste a su
hijo, y fue músico y organista de la Corte de Eisenach. De su tío Johann
Christoph, compositor, aprendió a tocar y a amar el órgano.
Al año
siguiente de morir su madre, cuando contaba con diez años, murió su
padre, por lo que Johann Sebastian se traslada a vivir a Ohrdruf con su
hermano Johann Christoph, quien se hizo cargo de su educación y lo
inició en el clavecín, órgano y composición, y lo matriculó en el
Instituto (donde estudió latín, griego y teología luterana) terminando
los estudios dos años antes de lo que entonces se consideraba la edad
normal. Tenía un don natural para tocar instrumentos, y de muy joven ya
tocaba violín, viola, espineta, clavicordio, címbalo, viola pomposa
(instrumento de cinco cuerdas, intermedio entre el violín y el
violoncello, que él mismo inventó con diecisiete años) y, sobre todo,
el órgano, su instrumento favorito. Por tener una bellísima voz de tiple
fue admitido en el coro de la iglesia de Ohrdruf, cobrando por ello y
ayudando económicamente a su hermano.
Creció en un
ambiente muy religioso (luterano), en parte porque en Eisenach había
estudiado y predicado el reformador Martín Lutero. Su talante religioso
fue una constante en su vida y en su obra. Después de haber ocupado
importantes cargos en Arnstadt, Mülhausen, Weimar y Cöthen, la plenitud
de su carrera la alcanza en Leipzig, en la que fue nombrado en 1723 Cantor
de la escuela de Santo Tomás, plaza más propicia para dedicarse a la
composición de la música sagrada. El cargo de Cantor incluía, además,
la enseñanza de música, latín y teología a los alumnos, la
interpretación de motetes y cantatas en las celebraciones religiosas y el
mantenimientos de los órganos de varias iglesias.
En Weimar se
casó con su prima María Bárbara, con la que tuvo siete hijos. A la
muerte de su esposa contrajo segundas nupcias con la soprano Ana Magdalena
Wüllken, quince años menor que él, de cuyo matrimonio nacieron trece
hijos. De sus veinte hijos, la mitad de los cuales murieron a edad
temprana, siguieron su carrera musical tan sólo cinco, tres de su primer
matrimonio (Wilhelm Friedmann, Karl Philipp Emanuel y Johann Gottfried
Bernhard) y dos de su segundo (Johann Chistoph Friedrich y Johann
Christian) pero todos sabían leer música, y Bach aseguraba con orgullo
que todos sus hijos eran músicos de nacimiento. Lo primero que oían eran
música, y los primero que veían eran instrumentos, pues cada vez había
más, ya que a Bach le gustaban todos y nunca tenía bastantes (cuando
murió tenía cinco clavecines y clavicordios, dos laúdes-clavecines, una
espineta, dos violines, tres violas, dos violoncellos, una viola bajo, una
viola da gamba y un laúd).
A medida que los
hijos más pequeños iban creciendo, se unían a Johann Sebastian y a sus
hermanos mayores en la interpretación instrumental, reuniéndose a menudo
en su casa para tocar. A ellos se unía Ana Magdalena, a la que animaban a
cantar.
Como profesor
nada le hacía perder la paciencia con un alumno, salvo la falta de
atención y la indiferencia. Era entusiasta, paciente especialmente con
los perezosos, infatigable, y a sus ojos y oidos no se escapaba la menor
falta ni toleraba la menor distracción. En algunos casos estallaba su
carácter impetuoso y su mal genio, y cuenta su mujer en su Pequeña
Crónica que en una ocasión le vió arrancarse la peluca y tirársela a
la cabeza de un alumno llamándole "estafador del piano", pues
no toleraba trampas de ninguna clase y éste había intentado producir un
efecto deslumbrante sin base sólida para ello.
Cuando daba
clases lo primero que hacía era instruir al alumno sobre la colocación
de la mano y el movimiento de los dedos. Fue Bach el que inventó el
método natural de cruzar el pulgar por debajo de los demás dedos, pues
hasta entonces los pocos que lo usaban lo hacían por encima, lo que daba
una impresión de torpeza. También fue él el primero que empleó todos
los dedos para ejecutar trinos y adornos. No permitía a sus alumnos que
pasasen a tocar nada sin estar fuertes en estos ejercicios, y por ello les
escribió pequeñas piezas para que tuvieran ligereza en los dedos. Cuenta
Ana Magdalena Bach que cuando su marido veía que un alumno tenía
dificultad con una obra, componía sobre la marcha una pequeña invención
que contenía dicha dificultad en la forma más agradable para resolverla.
Para su hijo Friedmann escribió muchas de las Invenciones a dos y tres
voces.
Sus alumnos
vivían con él en su casa, a veces varios años, aprendiendo no sólo de
su música sino de la grandeza de su persona. No sólo era hospitalario
con sus discípulos; también numerosos músicos y grandes personalidades
de la aristocracia iban a visitarle, y las puertas de su casa estaban
siempre abiertas y su mesa preparada.
A pesar de ser
un virtuoso del órgano y otros instrumentos, poseía una mezcla de
grandeza y humildad que le llevaba a decirles a los alumnos que estudiando
con constancia y dedicación, cualquiera podría llegar a tocar como él.
"Todo consiste en poner el dedo convenientemente en la nota apropiada
y en el momento preciso, lo demás lo hace el órgano". Sus manos
eran grandes, muy anchas y de un alcance extraordinario en el teclado del
clavicordio (abarcaba con la izquierda doce teclas y tocaba a la vez con
los tres dedos centrales notas rápidas). Con la mayor naturalidad podía
ejecutar trinos con cualquiera de los dedos de ambas manos y
simultáneamente tocar los más complicados contrapuntos. Todo le parecía
fácil, sin embargo, no sentía orgullo por su talento, pues lo
consideraba como si no le perteneciera.
Nunca estaba
ocioso; decía que el tiempo era uno de los grandes dones otorgados por
Dios y que había que aprovecharlo al máximo. De ahí su infatigable
dedicación como intérprete, compositor y maestro. Su tiempo de ocio lo
dedicaba a su mujer y a sus hijos y a la lectura de libros de Teología
escritos en latín.
Era serio,
tranquilo, hablaba poco y sólo con los que le daban confianza. Su
robustez. su altura y la expresión de su rostro le conferían un aspecto
majestuoso e impresionante.
En su época,
Johann Sebastian Bach fue reconocido como uno de los mejores músicos de
Europa. El virtuosismo de sus interpretaciones y la majestuosidad de sus
composiciones no tenían competidor. Sólo Haendel (a quien, a pesar de
haber nacido en el mismo año en la misma región, no llegó a conocer aun
después de varios intentos) tenía una fama comparable. Esta superioridad
sobre sus semejantes se concreta, por ejemplo, en su remuneración: Bach
siempre disfrutó de sueldos mucho mayores que los de sus coetáneos, y lo
curioso es que nunca encontró dificultades ante sus elevadas
pretensiones, lo que prueba la estima en que se le tenía. Así, como
organista de Mülhausen pedía 85 gulden más los bienes en especie
(trigo, leña, etc), mientras que a su antecesor le daban 66, y cuando un
año después dejó el puesto, su sucesor volvió a cobrar 66. Lo mismo le
había sucedido cuando pidió permiso para ir a Lübeck dejando a su primo
de sustituto: éste solo cobró 40 gulden, menos de la mitad que Bach.
Pero su
carácter modesto le impidió mayor gloria en vida, y su grandeza le hizo
ser blanco de críticas y enemistades. En Leipzig, tuvo que padecer mucho
por la envidia de cierta personas y por las innumerables discusiones que
tuvo que sostener de palabra y por escrito. Aunque generalmente no solía
hacer caso de esas cosas, las mentiras que sobre él se decían le
irritaron tanto que rogó a un amigo que contestase por él públicamente
en la prensa, pues no tenía ni tiempo ni ganas de separarse de su música
para hacerlo personalmente.
Sin embargo, a
medida que avanzaban los años, Bach se iba quedando solo musicalmente
hablando. Durante los dos últimos decenios de su vida el gusto musical
había comenzado a experimentar profundos cambios, a los que él se
mostró insensible, manteniéndose fiel a sí mismo, y aunque se daba
cuenta no quiso cambiar. En cierta ocasión le dijo a su mujer: "Como
escribo para placer mío, no puedo enfadarme porque mi arte no guste a
todos". Las preferencias del público se inclinaban por las
composiciones de sus hijos Friedemann y K.P. Emanuel. Cuando Ana Magdalena
Bach escribió su Pequeña Crónica en 1758 (ocho años tras la muerte del
músico), la música de Bach estaba ya prácticamente olvidada. Fue
gracias a Mendelsohnn, quien en 1829 con la dirección de la Pasión
Según San Mateo, provocó el resurgimiento esplendoroso de la obra de
Bach.
Es momento de
recomendar la lectura de la obra citada de Ana Magdalena, una biografía
que, aunque pueda adolecer de falta de objetividad, rezuma el profundo
amor que la soprano sentía por su marido. "Pobre como soy y
olvidada, y viviendo de las limosnas de la ciudad de Leipzig, y vieja
-ayer cumplí los cincuenta y siete años-...no quisiera dejar de ser lo
que soy ahora, si hubiese de comprar la más hermosa y honorable vejez al
precio de no haber sido su compañera".
La vejez nubló
los ojos grandes del maestro. Su mirada intensa y penetrante, que parecía
estar siempre en profunda meditación, se enturbió a causa de una
infección ocular que le llevó a la ceguera a pesar de varias
intervenciones. Ya ciego y debilitado por los dolorosos tratamientos y las
sangrías a las que se vio sometido, no dejaba de trabajar, pues dictaba a
su antiguo discípulo y más tarde yerno -Johann Christoph Altkinol-
composiciones nuevas o correcciones de algunas corales para órgano.
"Cristóbal, trae papel, tengo música en la cabeza ¡Escríbela por
mí!". Tras dictarle la última de las Dieciocho corales de Leipzig ,
"Ante Tu trono me presento", susurró. "Es la última
música que compondré en este mundo".
Esperaba con
ansia el momento de reunirse con el Señor. Por eso vivió sus últimos
días con plena lucidez y una gran paz interior. El mismo día de su
muerte llamó a su mujer, y ésta cuenta que, abriendo los ojos, recuperó
por un momento la vista, pudiéndola ver a ella, a sus hijos y a su nieto,
y que pidió que tocasen algo de música y que interpretaran una canción.
Cantando a cuatro voces el coral "Todos los hombres tienen que
morir", los compases de su vida llegaron a su fin.
Para mí ha sido
muy interesante sumergirme en la vida de este gran músico y espero haber
transmitido ese interés. Si en esta ocasión he escrito sobre su vida,
dedicaré mi próxima intervención a que conozcáis su magnífica,
extensa, y siempre actual obra, cuyo conocimiento es imprescindible para
todo aquel que se considere músico. Quisiera cerrar con las palabras de
su amantísima mujer quien en su ya citada Pequeña Crónica nos dice:
"Los que le amamos podemos pronunciar las palabras divinas: Muerto,
sigue hablando. Tengo la profunda convicción de que vivirá mientras viva
su música. Ya sé que existen ahora nuevas corrientes musicales y que los
jóvenes las siguen, como siguen todo lo nuevo; pero, cuando envejezcan,
si son verdaderos músicos, volverán a Juan Sebastián".
http://libroslibresmusicalibre.blogspot.com/2008/10/todo-bach-153-cd-teldec.html LIBROS LIBRES . MÚSICA LIBRE
Registros para las descargas de los 154 CD de la colección más completa de las obras de J.S. Bach, reunidos en 12 volúmenes con los músicos más destacados, entre ellos: Rene Jacobs, Olaf Bär, Albert Hartinger, Anton Scharinger , David Thomas [bass], Donald Bentvelsen, Franz-Josef Selig , Hanns-Friedrich Kunz , Hans-Georg Wimmer , Harry van der Kamp , Hermann Schey , Jacques Villisech , Karl Ridderbusch , Klaus Mertens , Lieuwe Visser , Max Proebstl , Max van Egmond , Michael Schopper , Michel Brodard ,Giovanni Antonini , Gustav Leonhardt , Ton Koopman , Alice Harnoncourt , Robin Gritton.
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Unos musicólogos hallaron la composición, para órgano, entre los papeles de un músico del XIX
EFE- Berlín - 15/04/2008
Un musicólogo presenta la fantasía coral de Bach, recién descubierta- EFE
Unos musicólogos de la Universidad Martin Luther de Halle-Wittenberg (este de Alemania) han hallado una composición para órgano de Johann Sebastian Bach de la que sólo se conocían hasta ahora los primeros cinco compases. Según comunicó hoy la universidad, se trata de una fantasía en torno al coral de Bach Wo Gott der Herr nicht bei uns hält (Si Dios, el Señor, no se queda con nosotros), una copia realizada por el compositor, organista y cantor de Leipzig Wilhelm Rust (1822-1892).
Rust fue el editor en 1858 de 26 tomos de la primera obra completa de Bach. La Biblioteca Universitaria de Leipzig había adquirido hace unas semanas parte del legado de Rust en una casa de subastas de esa ciudad germano-oriental.
Los musicólogos Michael Pascholke y Stephan Blaut descubrieron la pieza desconocida de Bach al revisar el legado de Rust. La composición ha sido analizada exhaustivamente por los expertos Hans-Joachim Schulze y Peter Wollny del archivo de Bach en Leipzig, por lo que la Universidad de Halle no tiene duda alguna de que se trata de una obra original del compositor. El músico barroco nació en Eisenach el 21 de marzo de 1685 y murió en Leipzig el 28 de julio de 1750.